
“Monkey see, monkey do”. El mono ve, el mono hace. La capacidad que tenemos los primates para imitar y ponernos en el lugar del otro es realmente notable, más que nada en la especie humana. De hecho, es esa asombrosa ‘Teoría de la mente’ o habilidad de adivinar las intenciones del otro, no sólo para accionar físicamente en caso de amenaza sino para actuar emocionalmente, la que mantiene esa inamovible cohesión social. Hoy le llamamos empatía. La neurología cree conocer un poco más.
Electrodos en los monos
La noción original es tan antigua como el pensamiento del psicólogo y filósofo William James. Él fue uno de los primeros en vincular la idea con la acción. James aseguraba que para mover el brazo debemos tener primero una imagen en nuestra mente del brazo en movimiento.
Pero no fue hasta que Giacomo Rizzolatti y sus colegas italianos introdujeron unos electrodos en los cerebros de algunos monos hace un par de décadas, que el concepto tomó ramificaciones biológicas. El equipo de Rizzolatti descubrió las neuronas espejo; en los humanos lo conocemos como sistema neuronal espejo pues no es ético introducir electrodos en nuestros cerebros. Ha sido a través de tecnología de imagen, como la resonancia magnética funcional, que los científicos han logrado capturar este sistema en acción en el Homo sapiens, en vez de neurona por neurona como en los monitos.
Lo que Rizzolatti descubrió es tan simple como asombroso. El investigador observaba la actividad cerebral del mono cuando tomaba una nuez para comérsela y la neurona motora correspondiente se iluminaba; entonces notó, tiempo después, que cuando el animal veía al investigador tomar una nuez, la misma neurona se activaba con similar intensidad. Igual ocurría cuando el mono observaba a otro de su misma especie repetir la acción.
Fue el primer paso en un revolucionario camino.
Estas neuronas son mucho más que puramente motoras, es decir, no sólo se activan cuando el movimiento es propio, sino que la idea de la acción también las motiva.
“Es importante recordar que la mejor forma de aprender es a través de la observación y es así como socializamos. Ahora sabemos que poseemos un mecanismo neuronal que propicia y facilita la imitación y la lectura de intenciones, promoviendo así el aprendizaje y la empatía en nuestra especie. Las consecuencias son incontables, no sólo en la psicología sino también para la educación”, escribió Günther Knoblich, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, quien ha estado involucrado en varios de estos experimentos.
De hecho, el neurólogo Vilayanur S. Ramachandran expresó que el descubrimiento de las neuronas espejo sería para la psicología lo que el DNA fue para la biología. “Creo que es el descubrimiento menos publicitado de la década”, escribió entonces.
¿Moral en los bebés?
Si le sacas la lengua a un bebé, es probable que te devuelva el gesto. Ha sido a través de estudios sobre la moral en los bien pequeñitos, hasta de cinco meses, donde los psicólogos y neurólogos han comprobado que existe un sistema rudimentario básico que nos permite ponernos en los zapatos de los demás, tener una idea clara de lo que está mal o bien e identificarnos más con los buenos que con los malos.
Aplicación práctica
Hoy, el sistema neuronal espejo ofrece pistas sobre el autismo. Experimentos con ondas cerebrales descubrieron que en los autistas el sistema espejo se activa sólo cuando se trata de su propia acción pero no la de otros, lo que podría explicar la dificultad característica del autista para comprender los motivos y las intenciones de los demás.
Yo sugiero estar pendientes porque este sistema continuará dando de qué hablar. De hecho, recientemente, investigadores estudiaron los cerebros de bailarines profesionales mientras veían a otros bailar: la actividad espejo era tan intensa con tan sólo observar, que parecía que eran ellos los que bailaban. El sistema del grupo control, que no eran bailarines, no se iluminó tanto. Los médicos piensan que podrán desarrollar terapias de rehabilitación mediante el ejercicio de este extraordinario conjunto neuronal.
Por Glenys Álvarez

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