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martes, 10 de junio de 2014
Michel Onfray defiende el ateísmo como posición ética
¿Hay que ser ateo? Para resolver dudas, o para crearlas, el filósofo francés Michel Onfray ha escrito un ensayo en el que, tras analizar las tres grandes religiones monoteístas, concluye que el ateísmo es la posición ética adecuada para mejorar las relaciones del ser humano consigo mismo y con su entorno. Tratado de ateología llega a las librerías españolas precedido del éxito en Francia (200.000 ejemplares vendidos) y también de la polémica: insultos al autor y tres libros publicados para refutar su contenido.
Onfray (Argentan, Normandía, 1959), profesor de filosofía en Caen, cofundador en esta ciudad de la Universidad Popular, donde imparte clases de manera altruista, es autor de unos 70 libros sobre ética, estética y hedonismo, entre otras materias, traducidos a 13 idiomas, y a los que, durante la presentación de esta semana en Madrid, se remitió con frecuencia en apoyo de sus argumentos.
BIBLIA, TORÁ Y CORÁN
Para elevar a definitivas las teorías expuestas en Tratado de ateología (Anagrama), Onfray confrontó la Biblia, el Corán y la Torá para llegar a la conclusión de que cristianismo, islamismo y judaísmo tienen en común el odio a, por ejemplo, las mujeres, la ciencia, la inteligencia y el pensamiento racional. "No hay que escoger entre el cristianismo de Bush y el islamismo de Bin Laden --añadió--, porque son la misma cosa". No hay matices en el drástico análisis del filósofo, quien, asegura, ha buscado las elementos básicos de las tres creencias y en todos ellos le resulta evidente que "no hay divergencias", aseguró el escritor normando.
Onfray desmonta en su libro el contenido de los tres libros sagrados y cita a san Pablo para demostrar la complicidad del cristianismo con el poder --"el poder viene de Dios y emana de él"--, vinculación que ha justificado el "cristianismo de Estado y, en definitiva, el fascismo". El autor aceptó ayer que el ateísmo como religión estatal aplicado en la URSS y en China tampoco ha dado mejores resultados; enfatizó su rechazo a descristianizar el mundo con violencia y se mostró partidario, siempre, "del debate de ideas".
LA ALTERNATIVA A DIOS
La revolución francesa y Mayo del 68 tuvieron, dijo, valores aceptables, que no superaron la estricta teoría y el recuerdo nostálgico. ¿Cuáles son los valores laicos de la sociedad que deben sustituir a los de las religiones monoteístas? Onfray habla de la libre disposición del cuerpo, de la igualdad ante la ley, de una existencia construida sobre el ocio y no sólo sobre el trabajo y del derecho natural al trabajo, la salud, la vivienda digna, la educación de los hijos y la justicia. "Defiendo la virtud sobre el vicio --añadió--, y quiero explicar cómo vivir y sufrir, cómo abordar la vida y la muerte sabiendo que no hay nada después, y otra espiritualidad que, si Dios no existe, ofrezca alternativas que pueden estar en la música, la amistad o el arte".
Para Onfray, hay dos maneras de ser laico, una abierta, que acepta las religiones y las subvenciones del Estado, y otra cerrada, con la que se identifica, que no reconoce las religiones y rechaza su financiación, "porque deben circunscribirse al ámbito privado del individuo".
Por M. EUGENIA IBÁÑEZ BARCEONA
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