"Los hombres se inventan dioses para no mirar la realidad". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Si rechazamos la ilusión de la fe, el consuelo de Dios y las fábulas de la religión, si preferimos querer saber y optamos por el conocimiento y la inteligencia, entonces lo real se nos aparecerá tal y como es: Trágico. Pero más vale una verdad que mata de inmediato la ilusión y permite no perder del todo la vida sometiéndola a la muerte en vida, que una historia que consuela en el momento, sin duda, pero no toma en cuenta nuestro verdadero bien: La vida del aquí y el ahora". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Las religiones son únicamente instrumentos de dominación y de alienación. Los 3 monoteísmos profesan el mismo odio a las mujeres, los deseos, las pulsiones, las pasiones y la sexualidad. También detestan la libertad, todas las libertades: La de disponer de sí mismo, de su vida y de su cuerpo sin pedir permiso a la autoridad eclesiástica. Prefiero una verdad que duele a una mentira que calma. Pero cada uno puede preferir el opio de la ilusión a la realidad. Yo le reprocho a la ilusión enemistarnos con la única certeza que tenemos: La vida es aquí y ahora. Las religiones nos invitan a vivir en la expiación, con el pretexto de que vivir como si uno estuviera muerto aquí nos abrirá la vida eterna una vez muertos. Siempre habrá religiones, porque las religiones viven de la angustia y del miedo de los hombres y porque estamos lejos de haber terminado con los temores existenciales. El ateo está condenado a militar por una causa perdida. Pero poco importa que esté perdida, si es una causa justa. Lo irracional, lo irrazonable, la ilusión las ficciones disponen de un futuro grandiosos, pues el mundo liberal que se prepara en nuestro planeta odia la cultura, la que hace retroceder a los mitos, entre ellos, la religión". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Si rechazamos la ilusión de la fe, el consuelo de Dios y las fábulas de la religión, si preferimos querer saber y optamos por el conocimiento y la inteligencia, entonces lo real se nos aparecerá tal y como es: Trágico. Pero más vale una verdad que mata de inmediato la ilusión y permite no perder del todo la vida sometiéndola a la muerte en vida, que una historia que consuela en el momento, sin duda, pero no toma en cuenta nuestro verdadero bien: La vida del aquí y el ahora". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Las religiones son únicamente instrumentos de dominación y de alienación. Los 3 monoteísmos profesan el mismo odio a las mujeres, los deseos, las pulsiones, las pasiones y la sexualidad. También detestan la libertad, todas las libertades: La de disponer de sí mismo, de su vida y de su cuerpo sin pedir permiso a la autoridad eclesiástica. Prefiero una verdad que duele a una mentira que calma. Pero cada uno puede preferir el opio de la ilusión a la realidad. Yo le reprocho a la ilusión enemistarnos con la única certeza que tenemos: La vida es aquí y ahora. Las religiones nos invitan a vivir en la expiación, con el pretexto de que vivir como si uno estuviera muerto aquí nos abrirá la vida eterna una vez muertos. Siempre habrá religiones, porque las religiones viven de la angustia y del miedo de los hombres y porque estamos lejos de haber terminado con los temores existenciales. El ateo está condenado a militar por una causa perdida. Pero poco importa que esté perdida, si es una causa justa. Lo irracional, lo irrazonable, la ilusión las ficciones disponen de un futuro grandiosos, pues el mundo liberal que se prepara en nuestro planeta odia la cultura, la que hace retroceder a los mitos, entre ellos, la religión". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Al tomarse por lo que no son, al imaginarse en una configuración diferente de la real, los hombres evitan lo trágico, es cierto, pero pasan inadvertidos ante sí mismos. No desprecio a los creyentes, no me parecen ni ridículos ni dignos de lástima, pero me parece desolador que prefieran las ficciones tranquilizadoras de los niños a las crueles certidumbres de los adultos. Prefieren la fe que calma a la razón que intranquiliza, aún al precio de un perpetuo infantilismo mental. Son malabares metafísicos a un costo monstruoso". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"La credulidad de los hombres sobrepasa lo imaginable. Su deseo de no ver la realidad, sus ansias de un espectáculo alegre, aún cuando provenga la más absoluta de las ficciones, y su voluntad de ceguera no tienen límites. Son preferibles las fábulas, las ficciones, los mitos, los cuentos para niños, a afrontar el desvelamiento de la crueldad de lo real que obliga a soportar la evidencia de la tragedia del mundo. Para conjurar la muerte, el homo sapiens la deja de lado. A fin de evitar resolver el problema, lo suprime. Tener que morir sólo concierne a los mortales: El creyente, ingenuo y necio, sabe que es inmortal, que sobrevivirá a la hecatombe universal". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"A los monoteísmos no les agrada la inteligencia, los libros, el saber y la ciencia. A eso suman un profundo aborrecimiento por lo material y lo real y, por lo tanto, por toda forma de inmanencia. Las 3 religiones del Libro alaban la ignorancia, la inocencia, el candor, la obediencia, la sumisión, a lo que añaden la repugnancia por la textura, las formas y las fuerzas del Mundo. La Tierra no tiene derecho de ciudadanía porque el mundo entero carga con el peso del pecado original hasta el fin de los tiempos". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"La fascinación de los 3 monoteísmos por la pulsión de muerte tiene su explicación: ¿cómo se puede evitar el dominio de la pulsión de muerte después de haber eliminado en este punto todo lo que procede de la pulsión de vida? El miedo a la muerte, el temor a la nada y el anonadamiento ante el vacío que sigue a la muerte generan fábulas consoladoras y ficciones que permiten que la negación disponga de plenos poderes. Lo real no existe; en cambio, la ficción, sí. Ese falso mundo que ayuda a vivir aquí y ahora en nombre de un mundo de pacotilla induce la negación y el desprecio o el odio hacia lo mundano. De ahí surgen múltiples ocasiones de ver el odio en acción: Con el cuerpo, los deseos, las pasiones, las pulsiones, con la carne, las mujeres, el amor, el sexo, con la vida en todas sus formas, en la materia, con lo que incrementa la posibilidad de actuar en el Mundo, a saber, la inteligencia, los libros, la ciencia y la cultura. La represión de todo lo que vive lleva a la celebración de todo lo que muere, al derramamiento de sangre, a la guerra, a lo que mata, a los que matan. Cuando la selección de citas da la posibilidad de elegir en los 3 libros lo que permite otorgarle a la pulsión de vida su máxima potencia, la religión prescribe la pulsión de muerte en todas sus formas. La represión de lo vivo da por resultado el amor a la muerte. De manera general, el desprecio por las mujeres -se prefiere a las vírgenes, las madres y las esposas- va acompañado del culto a la muerte. Las civilizaciones se constituyen con la pulsión de muerte. La sangre de los sacrificios, el chivo emisario y la fundación de la sociedad con un asesinato ritual son algunas de las siniestras invariantes sociales. El exterminio judío de los cananeos, la cruxifición cristiana del Mesías, la yihad musulmana del Profeta, hicieron correr la sangre que bendice y santifica la causa monoteísta. Inmersiones primitivas, mágicas, degüello de las víctimas propiciatorias, ya sea hombres, mujeres o niños: Lo primitivo sbsiste en lo postmoderno, lo animal perdura en el hombre y la bestia aún vive en el homo sapiens". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Pienso en las tierras de Israel y de la Judea Samaría, de Jerusalén y Belén, en el lago de Tiberíades, aquellos lugares donde el sol quema las cabezas, reseca los cuerpos, deja sedientas las almas y provoca deseos de oasis, ansias de paraísos donde el agua corre fresca, límpida, abundante, y el aire es dulce, perfumado y grato, en los que abunda el alimento y la bebida. Los mundos subyacentes me parecen de pronto mundos contrarios, concebidos por hombres fatigados, exhaustos, consumidos porel trajín continuo a través de las dunas y las huellas de grava calcinada al rojo vivo. El monoteísmo surge de la arena". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"¿En nombre de qué, de quién, podemos asumir el deber de amar al prójimo si es abominable? ¿Qué se puede alegar para convencer a la víctima de amar a su verdugo? ¿Que es una criatura de Dios, como yo, y las vías del Señor que lo conducen a hacer el mal son inescrutables? Eso vale para los que se consagran a las pamplinas cristianas, pero, ¿y para los demás, los que viven inmunes a esas fábulas? ¿Qué extraña perversión podría, pues, conducir a este mandato inaudito: Amar al autor del suplicio que nos destruye? Auschwitz muestra los límites de esta ética: Interesante en el papel, pero inútil para la vida". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"La duda no es filosófica, es metodológica y prepara el terreno a la solución filosófica. En otras palabras, se duda un momento en un movimiento que debe concluir en una certeza. Descartes solo utilizó la duda de esa forma. Conformarse con la duda es detenerse a mitad de camino. Además, la duda es una deshonestidad intelectual. Aquellos que reivindican la duda no tienen problemas en reivindicar la certeza de esa duda. La coherencia del escéptico debería llevarlo hasta a dejar de hablar. Un filósofo tiene la obligación de hacer llegar su pensamiento a algún lado. En todo caso, aquellos que afirman algo (por ejemplo, la existencia de Dios) son quienes deben demostrarlo. De lo contrario, bastaría con afirmar cualquier cosa (que los unicornios existen, por ejemplo), pedir a su interlocutor que pruebe que lo que uno dice es una necedad y, frente a su incapacidad para demostrarlo, concluir que lo que se está diciendo es verdad. De esa forma se podría afirmar que las mesas giran solas, que los platos voladores existen, que los horóscopos dicen la verdad". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Cuando la filosofía se vuelve popular produce efectos en lo real, se simplifica, abandona su complejidad, su delicadeza, en provecho de una patente rusticidad. Lejos de la letra, el espíritu sopla donde puede". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Filosofar es hacer viable y vivible la propia existencia allí donde nada es dado y todo debe ser construido". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"Se cree que el hedonista es aquel que hace el elogio de la propiedad, de la riqueza, del tener, que es un consumidor. Eso es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo propongo un hedonismo filosófico que es en gran medida lo contrario, del ser en vez del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por una modificación del comportamiento. Lograr una presencia real en el mundo, y disfrutar jubilosamente de la existencia: Oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo y considerar las pasiones y pulsiones como amigos y no como adversarios". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"La política volverá a sus raíces profundas no a través de la creación de grandes sistemas inaplicables, sino a través de la producción de pequeños dispositivos temibles, como un grano de arena en el engranaje de una máquina perfeccionada". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"El poder es esencialmente negativo. En cualquier lugar que se lo ejerza, de cualquier modo que se lo ejerza este ejercicio será inexorablemente malo, destructivo y perjudicial". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"El poder pervierte a quien lo ejerce -estas son pues las lecciones anarquistas de hoy: La eterna perversión de quienes ejercen el poder, sean quienes fueren, sean filósofos que se volvieron reyes o reyes con veleidades filosóficas". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"El poder produce la división salomónica de la sociedad y del género humano entre aquellos que lo detentan y aquellos que lo sufren -por un lado, los que tienen el poder, lo ejercen, lo aman, lo desean, lo reclaman y casi siempre disponen de él, por otro lado aquellos sobre los que se ejerce". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"El aumento de la miseria en todas sus formas, el crecimiento de las alienaciones, el salvajismo de las leyes de la competencia, la pauperización generalizada, sólo encuentran medicación y farmacopea entre los partidarios del humanismo, en la caridad cínicamente organizada como empresa y espectáculo. A falta de justicia, el sentimiento llamado caritativo se apoya en las sociedades de beneficencia o de caridad, las donaciones que se piden por medio de grandes espectáculos en los que el mundo mediático se pone en primer plano, exacerbando el sistema, distribuye los emolumentos de una velada con el pretexto humanista de hacer soportable la miseria: Y mientras una cosa parece soportable, se hace difícil, imposible, impensable, su supresión. Jamás la actuación contrarrevolucionaria, conservadora, si no reaccionaria, de la caridad produjo efectos tan bellos". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
"El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente". (Michel Onfray 1959-, filósofo y escritor ateo y hedonista francés).
Michel Onfray (Argentan, 1 de enero de 1959-). Filósofo y escritor ateo y hedonista francés. Nació en el seno de una familia de agricultores normandos. Doctor en Filosofía, enseña esta materia en el Lycée de Caen de (1983) a (2002). Según Michel Onfray, la educación nacional enseña la historia oficial de la filosofía y no aprender a filosofar. Dimite en (2002) y crea, en la tradición de las Universidades Populares, la Universidad Popular de Caen y escribe su manifiesto en (2004) (communauté philosophique), para enseñar libremente, lejos de las leyendas de las que vive la universidad oficial. Escribir de manera oscura no te convierte en un filósofo profundo. En la antigüedad, en el ágora griego o en el foro romano, el filósofo hablaba para la mayoría. Su actividad filosófica no está dirigida a los filósofos ni a la gente de la profesión. El pensamiento por el pensamiento no tiene ningún interés. Lo que le interesa en la Filosofía es el pensamiento vivido y la vida pensada, las ideas encarnadas. Los universitarios y los profesores viven en cambio las ideas como funcionarios. Por eso sólo enseña lo que él mismo vive, es decir, lo que es viable. Para Friedrich Wilhelm Nietzsche una filosofía es siempre la confesión autobiográfica de su autor. Esta verdad funciona para él, por supuesto, pero también para todos los filósofos.
Según Michel Onfray, las universidades son lugares de reproducción social, de duplicación ideológica: nada inteligente ha salido nunca de allí. El verdadero pensamiento se encuentra al margen de estas grandes maquinarias creadas para seleccionar a las élites que asegurarán la repetición de lo aprendido, con el fin de transmitirlo servilmente a otros que a su vez harán lo mismo y a quienes se les entregará un diploma como signo de pertenencia a la tropa destinada a perpetuar la ley intelectual e ideológica. No quise padecer esa restricción y preferí trabajar como un hombre libre: algo que la universidad no me habría permitido jamás y que rechacé en el momento mismo en que mi directora de tesis me propuso dictar una cátedra. Preferí permanecer en el liceo donde enseñaba filosofía, para poder trabajar en mis libros con toda libertad, sin tener que rendir cuentas a un superior jerárquico. Está a favor del debate y no del lavado de cerebro, pues no desea crear clones sino, oyentes libres que se formen una idea comparando, analizando, confrontando tesis.
Michel Onfray piensa que es necesario trabajar con la realidad y construir a partir de ella. Michel Onfray cree que no hay filosofía sin psicología, sin sociología, sin antropología, sin historia ni ciencias. Un filósofo piensa en función de las herramientas de que dispone; si no, piensa fuera de la realidad. Las religiones según Michel Onfray, son formas de alienación y dolor guiados por la "pulsión de muerte" es decir, por la negación del Mundo (Concreto) y de la existencia en favor de quimeras y cuentos. Las religiones del libro han teñido nuestra historia de violencia y muerte. El exterminio y la subordinación de los no creyentes ha sido un mandato cumplido con igual entusiasmo por cristianos, judíos y musulmanes. La historia de la humanidad es de la conquista, con sangre, sudor y lágrimas, de un espacio de libertad, raciocinio y progreso arrancado a Dios y a quienes lo administran.
Fe y razón son enemigas por naturaleza. La ciencia sólo avanza en ese espacio que la razón humana ha ido arrebatando a la neurosis de la religión. Cayó el Muro de Berlín y la política, culpabilizada por el fracaso de un Comunismo que era una religión de Estado, abdicó de su papel de motor del progreso fundado en la razón colectiva y se limitó a la gestión de lo inmediato. Hoy ese precario espacio está amenazado por el regreso de las religiones en todos los frentes. Los políticos están vendiendo ese espacio precioso de la razón y el progreso a cambio de poder. El mundo es libre en la medida en que hemos confinado la sinrazón de Dios en el ámbito de lo privado. Dios no ha muerto, porque nadie puede matar a Dios, que como el unicornio o las sirenas no morirá porque no existe. Pero su sombra milenaria, la episteme teísta, impregna nuestras leyes y nuestra visión del mundo. Mientras con la razón combatimos esa sombra irracional, debemos defender, la libertad de culto en el corazón y la casa de cada uno o en su templo, pero no concibe que se tenga que subvencionar la religión privada con dinero público. Por supuesto, claro está, que existe un laicismo abierto que subvenciona todas las religiones, pero así ¿por qué no subvencionar la astrología, la numerología y el espiritismo?
Michel Onfray propone un arte de vida hedonista, orientado hacia la existencia aquí y ahora, la cultura de las artes y del conocimiento, el placer, los sentidos, el conocimiento de sí mismo y del otro, el ateísmo, alaba al filósofo artista en el grupo de los pensadores griegos que predican la autonomía del pensamiento y de la vida. El hedonismo rechaza ese ideal ascético de que hay que renunciar al mundo de ‘aquí abajo’ porque esto va a permitirle obtener el gozo del paraíso en el más allá. El Paraíso no existe, solo hay una vida, breve, que hay que transformar hasta donde sea posible en paraíso, aquí y ahora. El individuo debe ser el centro de su existencia, "pensando su vida y viviendo su pensamiento". Trabajar sobre el rechazo de las quimeras y los cuentos, sobre el uso del cuerpo y su relación con los otros, son elementos esenciales que permiten no caer bajo un pensamiento idealista, con su canto de sirenas de pretendidas existencias después de la muerte, que aplaza una vida gozosa (placentera) en el único mundo real existente. La felicidad (le bonheur) debe hacerse en el momento presente de la vida. Influencia de Karl Heinrich Marx, Friedrich Wilhelm Nietzsche y Sigmund Freud. Michel Onfray percibe a estos 3 filósofos como el "rescate" y la "valoración" de la realidad concreta y de la vida. Michel Onfray forma parte de una línea de intelectuales próximos a la corriente individualista anarquista, intentando entroncar con el aliento de los filósofos cínicos (Diógenes de Sinope), y epicúreos (Epicuro de Samos).
Obras: "El Vientre de los Filósofos. Crítica de la Razón Dietética"; "Cinismos. Retrato de los Filósofos llamados 'Perros'"; "La Construcción de Uno Mismo. La Moral Estética"; "La Escultura de Sí. Por una Moral Estética"; "La Razón del Gourmet"; "El Deseo de Ser un Volcán. Diario Hedonista"; "Política del Rebelde. Tratado de la Resistencia y la Insumisión"; "Teoría del Cuerpo Enamorado. Por una Erótica Solar"; "Antimanual de Filosofía. Lecciones Socráticas y Alternativas"; "Fisiología de Georges Palante. Por un Nietzscheanismo de Izquierdas"; "La comunidad filosófica. Manifiesto por una Universidad Popular"; "La Filosofía Feróz. Ejercicios Anarquistas"; "Tratado de Ateología. Física de la Metafísica"; "La Fuerza de Existir. Manifiesto Hedonista"; "Las Sabidurías de la Antiguedad. Contrahistoria de la Filosofía I"; "El Cristianismo Hedonista. Contrahistoria de la Filosofía II"; "Los Libertinos Barrocos. Contrahistoria de la Filosofía III"; "Los Ultras de la Luces. Contrahistoria de la Filosofía IV"; "El Sueño de Eichmann. Un Kantiano entre los Nazis"; "La Inocencia del Devenir. La Vida Friedrich Nietzsche"; "Manifiesto arquitectónico para la Universidad popular. La comunidad filosófica"; "¿Ateos o creyentes? Conversaciones sobre Filosofía, Política, Ética y Ciencias"; "Adelante, ¡contradígame! Filosofía en Conversación"; "El Crepúsculo de un Ídolo. La Fábula Freudiana".
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