¿No te va bien en el amor? Pues es tu culpa. Si el problema es el dinero, no sabes concentrarte en los encantamientos mágicos económicos, no puedes manipular la energía, estás desequilibrado. Y es tu responsabilidad, no de la magia; el origen y el compromiso de todos esos extraordinarios problemas caen siempre sobre ti, sobre los humanos, una especie tan mágica como las cortinas de mi habitación.
Katerina la psíquica, me asegura, que los encantamientos que utilizaban las brujas desde el principio de los tiempos coinciden con las leyes de la ‘nueva física’ (me parece que es su forma de expresarse sobre la cuántica). Ella se ha leído a Chopra y sabe sobre la máquina de los cienciólogos, así que ha inventado una receta única, basada en retazos de la Nueva Era, que combina sortilegios descomunales con su negocio y sus precios. Ejes de energía, patrones de energía, cambios en la energía, canales, corrientes, imágenes y objetos; al parecer, de eso se trata la física actual.
“Los encantamientos mágicos no traerán resultados a menos que abramos canales en el mundo material. Por ejemplo, un encantamiento de trabajo será inútil si no estás dispuesto a salir y entrevistarte o por lo menos dejar que empleadores potenciales conozcan que estás en el mercado y desempleado. De la misma forma, un encantamiento curativo no es sustituto para el cuidado médico”, explica Karina, tan escépticamente como puede.
Pero, y entonces, ¿dónde está la magia?
Nadar por las corrientes de lo mágico es casi como desplazarse por el mundo de Tolkien. Precisamente, en ese “casi” se encuentra todo el sortilegio necesario para que nos enamoremos de la Tierra Media y no de las Verdades a Medias (o completamente truncadas). Leeremos recetas sobrenaturales, fórmulas paranormales, conoceremos brujos, hadas, hobbits y duendes, pero Tolkien no nos pide que le creamos, sólo que nos divirtamos, que disfrutemos el llamativo paseo.
¡Expelliarmus!
Y ciertamente, es en la fantasía humana donde radica la magia de las brujas, de los seres invisibles con poderes sobrenaturales. Si existiese la hechicería, existiesen también otras formas de buscar empleos, pareja, dinero, salud; el mundo fuera tan distinto que la explicación, más allá de las coincidencias, no cayera en el placebo; así es, el prodigioso placebo. Para la doctora Harriet Hall, autora en la revista Skeptic, cuatro mecanismos entran en juego al producirse este fenómeno: la expectativa, el condicionamiento, la motivación y los opiáceos endógenos. En la primera nos encontramos con una manifestación fisiológica establecida, tendemos a ver lo que esperamos ver y a sentir alivio si nos lo dice la medicina que acabamos de comprar, especialmente si es de marca reconocida y a un muy alto precio. En la segunda, sin proponérnoslo, invocamos enseguida a Pavlov y sus perros, nosotros los animales humanos también actuamos bajo las reglas del condicionamiento pavloviano, reaccionando a estímulos secundarios como si se trataran de primarios.
Hall explica, además, que la motivación para sanar actúa como un impulso fuerte hacia la mejoría, de hecho, las personas más intensamente motivadas suelen responder robustamente al placebo. Por último están los químicos cerebrales que se portan como sustancias opiáceas, aliviando el dolor. Estudios con resonancia han observado a receptores para estas sustancias activarse en algunas personas al recibir la información de que está tomando una medicina fuerte, cuando de hecho es sólo un inerte placebo. Sarah va donde Karina y la psíquica le asegura que necesita una regresión para hablar con sus “yos pasados”; la paciente está repleta de motivaciones y estímulos fuertes que gritan, como en el póster de los Archivos X: ¡¡Quiero creer!!
Ni siquiera las brujas de hoy, psicoanalistas telepáticas, lectoras de astros y palmas, adivinadoras de parejas y número de hijos y loterías, pueden fusionar sabiamente sus locuras y los resultados placebos con el desconocimiento en la cuántica y en el mundo. Es realmente ridículo cuando lo pensamos, pero cuando una gran parte de la población paga por ello y presta su atención sin dudas ni preguntas, entendemos un poco mejor por qué la gente no piensa o decide no hacerlo. En el mundo de las evidencias y el estudio de lo natural, los profetas carecen de argumentos. Pero falta mucho tiempo para que la mayoría de la población se convenza de lo que no desea ver. El “intérprete” en el hemisferio izquierdo se encargará de inventar una excusa para justificar sus fantasías y luego nos acusarán a los escépticos de arruinarles el día, para nada mi intención.
Los caminos que toman los cerebros humanos son incontables y los mecanismos que lo permiten son tan elaborados como la doble hélice en nuestras células y tan funcional como un pequeño cistrón. Lo esencial es conocerlo, por lo menos es el primer paso hacia saber qué hacer con ellos. Desafortunadamente, un hechizo inventado en tiempos primitivos tiene el mismo poder que otro producido hoy; la única verdadera diferencia es que ahora cuando lo envías, realmente vuela y llega en menos de un minuto. ¿Magia? No, internet.
Como bien lo expresó Albert Einstein en esta cita: “Toda nuestra ciencia, comparada con nuestra realidad, es primitiva e infantil; y, aún así, es la cosa más preciosa que poseemos”.
Wingardium Leviosa ^.^
¡Feliz día de las brujas!


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