La vaca loca fue por un tiempo más famosa que las Kardashians. En la década de los ochenta, la enfermedad sacudió al ganado inglés y mató a más de 200 personas por todo el mundo. Ciertamente, nadie quiere escuchar que terribles priones se comen tu vital tejido cerebral creando agujeros en el importante órgano. Y eso fue, precisamente, lo que descubrieron. Los animales morían y los humanos que comían este tejido bovino infectado tenían una muerte similar, sólo que con un nombre más complicado: Creutzfeldt-Jakob.
Y los priones son los responsables. Este agente infeccioso ha sido descrito como proteínas anormales responsables de una familia de enfermedades neurodegenerativas raras y progresivas para la que aún no existe tratamiento alguno. Estos priones afectan tanto a los animales como a los humanos, un evento inusual para el que se continúa buscando solución. Precisamente, investigadores en la Universidad de Nueva York, NYU, han encontrado varios compuestos químicos, entre ellos antidepresivos y antiesquizofrénicos, que tienen efectos poderosos en ratones que han sido infectados con priones.
Ahora bien, la búsqueda de sustancias químicas que luchen contra las infecciones que nos atacan no es tarea fácil. El investigador Thomas Wisniewski, profesor de neurología, patología y psiquiatría, ya había encontrado en años anteriores 68 químicos basados en estirilo y relacionados con las proteínas beta-amiloide que se depositan en los cerebros con la enfermedad de Alzheimer.
“Como sabíamos que la estructura de estas proteínas es similar a la de los priones, decidimos ver si entre estos 68 compuestos, algunos tenían el poder de inhibir la infección de los priones en un cultivo normal de células. Encontramos que dos parecen ser efectivos y no producen toxicidad, de hecho, estos químicos retardaban la aparición de los síntomas en los ratones que fueron inyectados con estas infecciones; también redujeron las señales de la enfermedad en los cerebros de los roedores”, explica Wisniewski.
Los investigadores descubrieron que el antidepresivo trimipramina y el antipsicótico flufenazina, generan actividad en contra de los priones.
“Uno de los ratones que fue tratado con trimipramina se mantuvo saludable durante el estudio de 400 días. Como estas drogas ya se encuentran en uso, pensamos que es probable que los doctores las prueben en pacientes con Creutzfeldt-Jakob”, expresa.
Pero la vaca loca, o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), no es la única que usa priones para infectar, de hecho, en la actualidad, una infección conocida como la enfermedad debilitadora crónica se extiende a través de la población de venados y alces en Norteamérica, infectando a primates. Y aunque aún no se sabe si puede infectar a los primates humanos, la ingestión de carne de venado contaminada es la que tiene más riesgos.
“La idea es producir una vacuna que actúe contra los priones. Podemos usar los químicos, como la quinacrina, que retrasa la infección en cultivos pero no protege al animal infectado, porque hemos visto que las diferencias químicas entre este compuesto y los ahora descubiertos permiten que se adhieran bien a los priones e impidan que se copien”, dijo.
Los resultados fueron publicados en el diario PLoS One: http://www.plosone.org/home.action
Centro médico Langone de NYU, donde se han realizado los experimentos: http://www.med.nyu.edu/
Universidad de Nueva York: http://www.nyu.edu/
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