
La relación entre ciencia y religión ha sido objeto de diversos estudios. Ya en 1914 James H. Leuba realizó un estudio en el que obtuvo que el 58% de los 1.000 científicos elegidos al azar en Estados Unidos no profesaban creencias religiosas o tenían dudas. El mismo autor repitió el estudio en 1933 obteniendo que esa proporción había aumentado al 67%. En 2007 y 2009, la cifra de científicos sin afiliación religiosa en Estados Unidos se estimó en el 62,2% y 48%, con un 31,2% y un 17%, respectivamente declarándose ateos (como comparación, sólo el 17% de la población estadounidense no tiene afiliación religiosa).
Así mismo, el grado de educación influye de forma considerable en las creencias religiosas. Según el Eurobarómetro especial 225 de 2005, en el conjunto de la Unión Europea, el 65% de los encuestados con estudios hasta los 15 años o menos creían en un dios, frente al 45% de creencia entre la población que había continuado sus estudios hasta los 20 años o más.
El porcentaje de gente que se declara “sin religión” entre la población general de EE.UU. está entre el 6 y el 14 %, dependiendo del estudio. Los que se declaran abiertamente “ateos” son menos, como de un 2 %. Uno puede pensar que cabría encontrar en la cárcel estos mismos porcentajes. Sin embargo, entre la población carcelaria hay un mísero 0,209 % de ateos. Es decir, el
porcentaje de ateos en la cárcel es diez veces menor que el porcentaje de ateos fuera de la cárcel.
Por Ozz

No hay comentarios:
Publicar un comentario