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viernes, 8 de abril de 2011

Javier Cabo (Obispo Ateo)

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¿Que por qué soy ateo?

Caramba con la pregunta. En fin, si me la hace un meapilas naturalmente salto rápido...que si yo es que me preocupo de buscar la verdad, que si yo conozco el significado de la palabra sofisma, que si la ciencia niega tales seres invisibles con superpoderes... pero ésta pregunta me la hace hoy un ateo dándome la oportunidad de dirigirme con mi respuesta a otros ateos... y vaya, eso cambia y mucho las cosas.


Supongo que soy ateo por curiosidad.

Desde muy chico ya me preguntaba cosas raras. O al menos eso me decían.. "Qué cosas más raras dices, muchacho". Para mi en mi infancia fue muy relevante que los católicos si pudieran comer huevos en cuaresma. Coño, me decía yo... pero si eso es de carne, ¿no?... vegetal no es.

Reconozco que también influyó mucho aquel cura de pueblo, Don Manuel se hacía llamar, que inevitablemente los veranos me expulsaba de su templo por llevar pantalones cortos. Era en la Galicia en la que los cementerios rodean el templo, de tal forma que ese rato de libertad lo dedicaba a saltar de lápida en lápida mientras curioseaba en las inscripciones. Un día recuerdo lo que me impactó encontrar la tumba de la madre de Manolo. Manolo era un amigo, un niño como yo, cuya madre murió al tropezar al paso de una moto, golpeándose la nuca con el bordillo.

Supongo que es bueno haceros notar que por aquel entonces en España ser católico era una obligación impuesta por el golpista Franco en la cruzada contra los rojo-ateos-masones, que decían ellos muy convencidos y urfanos tras genotizarlos con saña.

También recuerdo que en aquella primera televisión, cuando ni siquiera durante todo el día había programación, tanto cómo vi en directo al hombre pisar la luna como también el entierro del papa Juan XXIII, que llamaron el papa bueno.

Así, entre incoherencias, despreocupación y curiosidad, pasé una feliz infancia leyendo cómics del hereje Mortadelo y Filemón, un personaje camaleónico que lo mismo aparecía disfrazado de cerdo que de cura acto seguido (para mi tengo que la asociación de ideas de aquellos disfraces también debió influirme), hasta que llegó la adolescencia.

De esa etapa recuerdo un artículo en una revista que por entonces era lo único que había como difusión científica (internet o los teléfonos móviles ni siquiera habían sido soñados aún). Se llamaba y se llama "Muy Interesante"" (y hoy no deja de ser la misma panfletada que fue entonces). Bien, mandé una "carta al director" sobre un artículo que versaba sobre el espacio. No me cuadraba que la nada fuera algo, evidentemente. Y se lo hice saber. Oye, que me lo publicaron. Aunque el jodido periodista que respondía me dejó bastante mal en la respuesta.
Que si la nada física y que si la nada matemática, decía.

En fin, empecinado en mi razón no cejé de rumiar gruñidos contra aquel tipo durante años.

Y en esto que va y se muere de puro viejo el dictador. Caramba. España entera bullía de alegría ante la llegada de la democracia como si fuéramos las florecillas que de pronto alegran los campos con la llegada de la primavera brotando por todas partes. Como me coincidió con mis años de mozo de buen ver, con la Movida Madrileña, con algún dinerillo en el bolsillo... pues que queréis que os diga... me dediqué con denuedo e intensidad a vivir la vida sin preocupaciones metafísicas. Aunque obviamente ya era ateo. Pero ateo sin bases y sin argumentos. Ateo por intuición.

De mis tres años en la Armada recuerdo a aquel oficial que era un cura que nos daba obligatorias clases de religión y que me arrestó por replicarle algo en aquella su pía clase en donde no cabía disidencia ni insubordinación.

La vida siguió y mi ateísmo permanecía. Quizá algún libro raro que en mis manos caía refrescaba en mi mi descreimiento, como "la historia de las religiones", pero seguía siendo un tema personal, íntimo, no un tema que influyera en mi vida o en mis vivencias.

Hasta me casé, pero no por la iglesia, por lo civil. Me casé en Brasil, a una manzana de la playa de Copacabana. Ofició una jueza de paz que lanzó los anillos al aire sobre una taza y como ambos cayeron dentro de ésta, nos auguró una vida entera juntos y felices. Igual era una agorera en sus ratos libres, no se. De serlo desde luego no debía tener mucho éxito, visto lo visto. Luego la que entonces ya era mi flamante mujer, me llevó hasta la orilla del mar en aquella fabulosa playa y una vez frente al inmenso océano, vestidos de media gala, lanzó su ramo de flores al agua. "Es para la diosa blanca del mar", me dijo. Lo que de verdad me preocupó fue tener que sacarla de la arena en brazos, con mi corbata y aquel solazo entre vítores de los bañistas, a los que les debimos parecer no se, supongo que un divertimento muy mono aquella mañana.

Fue entonces cuando supe que mi mujer era santera. Siempre tuvo en algún rincón estampitas gores de santos y personas torturadas, velas encendidas y extraños potingues estratégicamente escondidos. Francamente, me parecía ridículo, pero nunca la dije nada por ello. Tampoco ella a mi de mi descreimiento.

Mas hete tu aquí que un día se quedó embarazada. Bueno, es una experiencia fantástica, la verdad. Te cambia la vida de una forma increíble. Mas a la mujer los cambios hormonales la... en fin, la descolocan. Un día se empeño en que al hijo que viniera había que bautizarlo. Y entonces si que la cosa se puso como un problema. Yo me negaba en redondo a ello.

Os sorprenderá saber que ella salió corriendo de casa y fue la casa de un común amigo que vivía un piso más abajo. Mohamed, un chico Argelino muy majo. Se confabularon contra mi y con la inapreciable ayuda de una hermana mía y de mi padre, arreglaron el bautizo a mis espaldas hasta que la cosa fue un hecho. Ya veis: mi hija está bautizada "gracias" a un buen musulmán.

Pues en esas va y aparece en escena Internet. Coño. eso si que fue un invento y una revolución. Pero no vino solo. Recuerdo de aquella época también aquel primer teléfono móvil que tuve, del tamaño de un ladrillo. El mundo estaba destinado a cambiar aceleradamente.

Empecé a trabajar en casa y me compré un ordenador. Me conectaba con un módem que emitía curiosos y estridentes sonidos y vaya, aquello iba, aunque hoy cualquiera lo confundiría con una patata.
El ateísmo de pronto se convirtió en un tema de conversación, de búsqueda y de investigación. Cyberateos. caramba. hay más gente que opina como yo.

Entre los puntos que recuerdo de aquel entonces figura en lugar destacado un largo debate por e-mail con un obispo católico, el cual había dicho en un diario que los ateos somos unos nazis (Por cierto, siguen diciéndolo, los muy canallas). Incluso me invitó en un par de ocasiones a cenar con el en su palacio. No viven mal, sin duda

No os voy a contar con esto algo que no sepáis: como ateo, soy individualista y claro, luchaba por libre. O quizá debiera decir... aprendía por libre. Picoteaba sin continuidad aquí o allá... hasta que me dio por enrolarme en un nuevo proyecto, llamado Federación Internacional de Ateos. Me sentía bien allí amparado por otros como yo. Recuerdo iniciativas que tuve como contactar con la ONU para que nos dijeran si el Vaticano había o no firmado la declaración Universal de los Derechos Humanos o con la Televisión Española reclamando nos dieran un programa a los ateos igual que lo tienen los evangelistas, judíos, católicos o musulmanes. recuerdo haber empujado para que se montasen asociaciones ateas en otros países, como Argentina. Allí nació Argatea.

Y comenzaron las redes sociales. Eso ya si fue el boom. De pronto descubrí que podía debatir en vivo y en directo con todo tipo de criterios en torno a esto de las creencias y las increencias. Me lancé a fondo con ello y la verdad, ha sido la etapa de mi vida en la que más he aprendido y la que me ha permitido conformar de forma coherente el criterio que hoy tengo y sostengo.

Estuve varios años debatiendo a diario. Años en los que he aprendido a sostener debates y a contra argumentar. Años en los que he aprendido que significa tener razón y que significa la falacia.

Y ya veis: llega Feisbuq. cansado de los debates ya repetitivos, entré por casualidad no hará tanto y vaya, ésta red social permite mantener a vuestro Amado Obispo Ateo informado de mil cosas y a la vez en contacto con miles de personas. Hasta el punto de que ahora soy yo quien ayuda a jóvenes y no tan jóvenes a comprender y a hacer aflorar su propio ateísmo, Tarea que me tomo verdaderamente en serio.

He visto en todos estos años cómo el ateísmo ha pasado de ser un tabú criminalizado a ser un tema recurrente de conversación cada vez para más gente. He visto crecer el ateísmo y veo cómo los ateos de hoy no se enfrentan a la desinformación y a la atomización a la que la historia nos tuvo durante siglos condenados. He visto cómo el ateísmo ya apunta hasta organización. Cada vez se pide con mayor claridad la necesidad de voces que nos representen como colectivo.

Y hoy estoy contento. Me siento parte de esto y siento que los años invertidos han servido para algo. Me consta que he ayudado ya a centenares de personas y quizá a miles a salir del armario ateo. Y los veo hoy ayudando a su vez a salir a otros.

Como una marea. Como un mar. Un océano de ateos somos conscientes de que estamos aquí. Confío en que pronto seamos también conscientes de la necesidad de organizarnos como siguiente paso para avanzar. Es el momento y nosotros somos los que estamos en el aquí y en el ahora. Toca actuar.

Tu muy amado Obispo Ateo.

6 comentarios:

  1. genial obis, tu siempre ayudandonos, te debemos mucho, gracias por informarnos de muchas cosas que pasan en el mundo.

    atte un ex- hijo por feibuk XD

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  2. Noemí Fiorentino9 de abril de 2011, 19:25

    siempre te sigo Obispo, comento tus publicaciones, te considero casi un amigo y he encontrado en tu página brillantes observaciones que me han hecho pensar y re confirmar lo que hace mucho pensaba, te felicito por tu trabajo y por la pasión que pones en él, muchas gracias, y ateos del mundo, unámonos!!!

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  3. gracias por compartir tu experiencia. Saludines! XD

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  4. Hola a los 3 que han comentado.. :) les agradesco que les haya gustado la experiencia atea de obispo.. :) me gustaria que ustedes me puedan mandar la suya. si gustan.. :)

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  5. Amado Obispo Ateo: me encantó su relato, gracias por compartirlo y gracias también por todo lo que nos dá a diario en feisbuq...

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  6. Ah, caramba...acabo de conocer parte de tu historia y evolución (involución?) intelectual! No deja de ser interesante e ilustrativa...Gracias por compartir tus experiencias con tus amigos ateos (y por dejar curiosear a este católico respetuoso de tus convicciones) Saludo cordial! Héctor Amuedo

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