Terremoto en Japón

Hace poco más de un año vimos como Chile sufrió un terremoto de 8.8 grados de intensidad que dejo varios centenares de muertos y dos millones de damnificados. Justo unos días antes del terremoto de Chile vimos como un terremoto de menor intensidad desoló Haití causado destrucción total y un estimado de 316 mil victimas fatales.


El día de hoy nos despertamos con la noticia de que esta vez le toco a Japón, un terremoto de 8.8 grados seguido por un tsunami que causaron enorme destrucción en la costa noroeste de Japón.

Los que hayan vivido un terremoto podrán apreciar la enorme magnitud de un terremoto de 8.8 grados. El terremoto de 1985 en la Ciudad de México fue de 8.1 grados y todavía nos acordamos de las consecuencias. Las escalas que se utilizan para medir los terremotos no son lineales, son exponenciales. Mientras un terremoto de 8.1 grados desata una energía sísmica equivalente a 21.2 mega toneladas de TNT, un sismo de 8.8 tiene la energía sísmica de 238 mega toneladas de TNT, una magnitud diez veces mayor. En otras palabras el terremoto en Japón estuvo muy cabrón, el más fuerte en los últimos 100 años en la historia de ese país.

Conforme las horas vayan pasando nos iremos enterando del numero de victimas y los daños materiales, pero una cosa si les puedo garantizar, el numero de victimas fatales no se aproximara al numero de muertos en Haití el año pasado. Japón es un país acostumbrado a vivir constantemente con terremotos y se han asegurado que sus códigos de construcción y sus edificios estén preparados para resistir terremotos, lo que seguramente ha salvado millones de vidas.

Yo me pregunto el día en que México tenga que vivir un terremoto arriba de los 8 grados que sucederá, ¿estamos listos? ¿Las casas GEO del Infonavit están preparadas? ¿Sera de nueva cuenta la corrupción de hoy la tragedia de mañana? No es una visión catastrofista, es simplemente que nosotros también vivimos en una zona sísmica que tarde o temprano nos va a sorprender con un terremoto similar.

Les dejo unas fotografías que testifican la destrucción causada por el sismo.