En Internet la confianza en las fuentes lo es todo. La ingente cantidad de información que almacena la Web hace imposible que una persona por sí misma pueda validar todas las noticias que recibe. Millones de páginas web lanzan un continuo chorro de datos imposibles de verificar directamente, por lo que conocer de quién te puedes o no fiar es clave. Y a veces confiar en el intermediario inadecuado te puede causar serios problemas. Como los que ha provocado Fox News al distribuir una noticia bomba, recogida más tarde por agencias como Efe y publicada incluso en medios como RTVE.es: científicos estadounidenses descubren pruebas de la existencia de vida extraterrestre en un meteorito. Algo que, de confirmarse, cambiaría por completo nuestra comprensión del Universo y de nuestro lugar en su interior. Pero que, desdichadamente, la noticia es falsa de toda falsedad: no han aparecido pruebas de vida extraterrestre en meteorito alguno.
Por el momento seguimos solos en el Cosmos. Y la pregunta interesante es, entonces, ¿cómo ha llegado esta pseudonoticia a los medios? ¿Por qué el olfato periodístico no ha detectado la impostura?En buena parte se trata de un problema de confianza. Los medios de comunicación han confiado en las agencias de prensa, habitualmente fiables. Las agencias (en este caso Efe) han confiado en un medio algo menos fiable, como es la cadena estadounidense de noticias televisivas Fox News; una empresa con claros sesgos ideológicos que incluyen una marcada desconfianza hacia la ciencia. Pero la causa última del desaguisado es una mezcla letal de confianza e ignorancia de la que han hecho gala tanto Fox News como las agencias que la han seguido y los medios que han publicado la noticia de las agencias. Resulta que no todo lo que se llama 'Journal' es fiable.
El presunto descubrimiento se ha publicado en una revista llamada 'Journal of Cosmology'. En el mundo de la ciencia las publicaciones tienen distinto nivel de fiabilidad y seriedad; en lo más alto están cabeceras como 'Science' y 'Nature' (y las revistas abiertas PLoS) donde cualquier científico daría un brazo por publicar, pero donde el nivel de calidad exigido a los trabajos es muy elevado. Es donde aparecen los mejores y más importantes artículos, y publicar no es nada fácil; los controles son los más rigurosos. Aunque de vez en cuando se les cuela algún trabajo de mala calidad, en general son muy fiables. Inmediatamente por debajo, en un segundo nivel, están los 'Journals', revistas especializadas en cada área de la ciencia que son la publicación más importante de ese campo y que suelen llamarse así: 'Journal of Antropology', 'Journal of Plant Science', 'Journal of Geophysics', y así sucesivamente. Éstas son las revistas temáticas con el mayor grado de fiabilidad (y el mayor índice de impacto) fuera de las grandes generalistas, y por tanto son objeto de deseo. Y confiables, puesto que cualquier trabajo a publicar ha sido revisado por científicos del área y su calidad comprobada.
Los periodistas de ciencia han aprendido que lo que se publica en 'Science', 'Nature', alguno de los PLoS o un 'Journal' es de toda confianza; esta vez eso ha sido su perdición. Porque el 'Journal of Cosmology' no es, en absoluto, fiable. Es una página web, sin versión papel, sin identificación (sin ISBN o DOI), de diseño particularmente horrible y contenidos bastante dudosos que escribe un grupo de científicos marginales partidarios de laPanspermia. Esta desacreditada teoría postula que la vida llegó a la Tierra procedente del espacio exterior, probablemente en un cometa o (obvio), en un meteorito. Es decir, que la publicación carece por completo de credibilidad; los científicos que la han revisado forman parte de un grupúsculo con opiniones heterodoxas y el trabajo mismo adolece de serios problemas. No hay señales de vida en un meteorito. Los periodistas se han dejado llevar por un viejo truco como es disfrazar de fuente fiable a alguien que no lo es. Y una cábala de partidarios de una pseudociencia han conseguido un gran éxito propagandístico a costa de la mal puesta confianza de unos periodistas que deberían ser menos crédulos y más escépticos.
PD: La respuesta de la redacción de RTVE.es ha sido fulminante; han reconocido el error y corregido el registro, dando ejemplo de cómo hay que proceder. Errar es humano; disculpar a quien rectifica, divino.
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