No al jalogüin, es prácticamente una protesta, consigna y encomienda de tantos puritanos tradicionalistas.
El día del pavo desconocido también como Día de acción de gracias, es otra tradición que poco a poco se ha hecho costumbre en algunas regiones de nuestro país.
Que algún connacional, celebre cualquiera de estas o algunas otras tradiciones que no tengas que ver con el señor Tlaloc es casi pecado.

Adoptar nuevas tradiciones nos va a llevar a la ruina, olvidar las nuestras nos llevadirecto al olvido, seremos un pueblo sin raíces y árbol sin raíces no puede vivir.
Identidad, me dicen, se trata de no perder nuestra identidad, lo que nos identifica como nación, como un pueblo unido. Yo la verdad sonrió, me da gusto que haya idealistas que piensan así, omito lo de pueblo unido y pregunto ¿Cuál identidad? La de los pueblos naturales, diezmados y que aún conservan ciertas tradiciones, o la identidad de mestizo, al que por fuerza le impusieron una cultura distinta, el que olvido el tzin y adopto el don?
La verdad, no es cierto, todo es movimiento y todo cambia, nadie puede verse dos veces en tus ojos mengana, dio Mario Benedetti, y así es, ni comemos carne cruda, ni vivimos en cuevas, ni nos comportamos como animales, el que tengamos esta civilización, es precisamente producto del intercambio cultural, a veces por fuerza a veces por voluntad, pero eso nos ha hecho ser lo que somos, lo bueno y lo malo.
No podemos echarle la culpa de nuestros males a los europeos conquistadores, ni tampoco agradecer lo bueno que tenemos a los mismos. El intercambio cultural trae solo eso, cambio, bueno y malo.
Cultura es todo lo que el hombre ha hecho a través de su devenir histórico, cada pueblo tiene costumbres, modos y formas de vivir que lo hacen un tanto distinto de otros pueblos, pero siempre, desde que el hombre es hombre ha vivido en un constante intercambio de usos y costumbres, a veces lento a veces rápido, insisto, a veces por adopción propia y otras por imposición. Y el mundo no se ha acabado.
Del aseo personal, los alimentos cocinados, un Dios, muchos dioses, todo esto tienen en común muchas culturas, muchas naciones, y es claro que no nacieron con ellas.
Los naturales de America eran un sinnúmero de pueblos, la nación predominante al momento de la conquista era la Mexica, pero no la única, los mexicas adoptaron usos y costumbres de los distintos pueblos y transmitieron también estos usos y costumbres a donde expandían su imperio. Y estos no desaparecieron por adoptar tradiciones ajenas.
A los fatalistas que afirman que lo correcto y necesario es celebrar únicamente el día de muertos, porque es “nuestra autentica tradición”, hay que recordarles que no, no es cierto, el día de los fieles difuntos o día de muertos, es una mixtura de las tradiciones indígenas y las tradiciones católicas. Aunque quizá esos tradicionalistas de hueso duro prefieran ofrecer su corazón a Huitzilopochtli, autentica tradición mexicana, ahora ya en desuso.
La adopción de nuevas tradiciones, engrandece la cultura, un país rico en tradiciones como el nuestro, porque aquí confluyeron distintos pueblos, distintas naciones ocuparon lo que hoy es nuestra nación, y la convivencia no ha sido difícil sino retroalimentativas, nadie puede negar que no son las mismas tradiciones la veracruzanas que las michoacanas, pero en ambos lugares podemos encontrar similitudes, precisamente por ese sano intercambio cultural.
No creo pues, que la aculturación terminé con la identidad de un pueblo, con una nación, la enriquece, la masa es un cuerpo que adopta y rechaza lo que gusta, el inconciente colectivo a veces no es tan inconciente, y no, no se acaba el mundo si adoptamos nuevas tradiciones, tan sencillo como no fomentarlas si no nos gustan. En cambio si me da miedo que quieran revivir las viejas tradiciones, porque ya tenemos una guerra como para hacer otra guerra florida.
Yo voy en una balsa y me dejo llevar por la corriente del rió…espero no toparme con una cascada.