Los 5 síndromes más espeluznantes del mundo.

Creer que un fantasma vive contigo, ganas de comer carne humana.. no te pierdas los 5 síndromes más espeluznantes del mundo.

Todos tenemos algún amigo que está un poco mal de la cabeza, pero os aseguro que estas enfermedades mentales suponen una vuelta de tuerca al concepto "que te falte un tornillo".


1. Síndrome de Amok.

Se da (sobre todo) en culturas en las que la magia está muy ligada a la vida en comunidad y consiste en una explosión de rabia que aparece aparentemente sin ningún desencadenante. Durante ella la persona afectada cojerá un arma (un cuchillo, una pistola... lo que encuentre) y atacará y matará todo lo que encuentre a su paso (tanto personas como animales), después del episodio no se acordará de nada o se suicidará.

2. Síndrome de Capgras.

La persona que padece esta enfermedad cree que un familiar muy cercano, generalmente alguien con quien convive, ha sido sustituido por un extraño disfrazado que se dedica a espiarle.

3. Síndrome de Cotard.

O síndrome del cadaver andante. La persona que padece este trastorno cree literalmente que está muerta, se está descomponiendo y está perdiendo sus órganos. Normalmente se trata de personas deprimidas que llegados a un punto de su depresión creyeron que dejaron de existir.

4. Síndrome de Wíndigo.

Esta enfermedad consiste en el ansia de quien la padece de comer carne humana aun cuando existen otros alimentos disponibles. La peculiaridad respecto a otro tipo de canibalismo es que este se da después de que la persona estuviese sometida a una situación de extrema necesidad en la que se vio obligada a comer carne humana para sobrevivir. El sentimiento de culpabilidad deriva en esta enfermedad mental.

5. Síndrome del Huesped Fantasma.

Lo que caracteriza este trastorno es que la persona que lo padece cree que su casa está ocupada por algo o alguien que consigue escaparse a sus sentidos. Aún así el enfermo cree que consigue verle o notarle, en reflejos suyos en la ventana, escuchando la televisión, el grifo...

Espero que después de haber leído estas enfermedades ¡no os reconozcáis en ninguna! A mi me dan mucho miedo...